miércoles, 20 de junio de 2012

#. Tenía todo lo que necesitabas en cada momento, excepto cuando él era lo único que necesitabas.

Te juro que pasaba por aquí, que no tenía intención alguna de encontrarte. Incluso cuando te vi, pensé que eras otro, cualquier otro, y no mi vida. Nunca entenderé por qué la gente es más feliz cuando comparte la tristeza. El caso es que mi vida tiene los ojos marrones, y yo no lo sabía; cuando sonríe se come toda la oscuridad de la noche de golpe. Realmente preciosa de veras. Y es cierto que pasaba por aquí, como pasa un veinticuatro de octubre por el calendario. Si me previenen de que mi vida, es tan paisaje de nadie, y tan sueño de todas, o es tan bonita que duele hasta el aire que respira y no te toca. Seguramente hubiera escogido otro camino para no verla. Pero ahora que la tengo delante, haciendo con su hermosa sonrisa el truco de enamorarme hasta el odio, ya no puedo hacer otra cosa que amarle... A mi vida, sí. Tanto y de un modo tan intenso, que es la primera vez en quince años, que le tengo miedo a la muerte.