jueves, 9 de febrero de 2012

La primera vez que acaricié tu cuerpo pude comprobar que existe el paraíso, no hace falta dar la vuelta al universo; solo basta con haberte conocido.

ESTOY HARTA. Harta de la gente que habla sin saber, de los que dicen que soy demasiado joven para estar enamorada. ¿Qué sabrán ellos, si nunca te han oído reír en el universo de al lado? Qué sabrán de tantas horas robadas al reloj, qué sabrán de tener ganas de llorar día sí, día también desde que se extravió la luz en mi cielo. Harta de que me digan que nada es imposible, que tengo que olvidarme de ti. ¿Qué sabrán ellos, si no tienen tu mirada tatuada en la cadera? Qué sabrán de la impotencia, de quererte como nunca & acabar como siempre. Qué sabrán de clavar los ojos en la pared, no pudiendo ser si no es contigo. Harta de la gente que grita a los cuatro vientos que quiere a esa persona cuando hace tres días que la conoce, harta de que no tengan ni idea de lo que hablan. ¿Qué coño sabrán ellos de que se te rompa el alma al verlo triste, de anteponer su maldita felicidad a la tuya? Qué sabrán de oír un te necesito a las tantas & acudir como si te fuera la vida en ello. Qué sabrán de conocer cada uno de sus gestos & manías, qué sabrán de la perfección. Nada. Absolutamente nada.