Cómo te explico que aún no te he olvidado, cómo te digo que todavía sueño con ese posible reencuentro. Cómo le miento a mi mente para no pensarte, cómo le niego a mi corazón, si sabe que no puedo tenerte, cómo me resigno a dejarte ir de una vez y para siempre. Es la misma situación una y otra vez. Maldito sueño repetido, maldito deseo reprimido, malditas ganas de volverte a ver. Y maldito este amor que aún después de tantos años, sigue tan latente.