domingo, 27 de enero de 2013

#. No sé si lo amaba antes de que existiera, o mi existencia ha comenzado de verdad, ahora que lo amo.

-Creo que si un día llegara a quedar contigo, me enamoraría de ti. Aunque no debería decirte esto. Quizás ahora te asustes...

-Yo no quiero que te enamores de mí.


-¿Ves?


-No es eso, simplemente creo que si yo me metiera en tu vida, la descarrilaría.


-La línea férrea que sale de Madrid y muere en tu ciudad pasa por mi pueblo, a 50 metros de mi casa.


-Y, ¿qué me quieres decir con eso?


-Es una señal, no hay descarrilamiento... Nos unen.


jueves, 24 de enero de 2013

#. Hasta se me han olvidado tus insultos (sobre todo los que me hacían reír).

Y de repente, joder, de repente vuelvo a sentir frío. Como aquellas tardes que me pasaba mirando cada cinco segundos si estabas conectado. Y cada vez con más frecuencia, cada vez más desesperada, cada vez con más insistencia. Cada vez más frío. ¿Por qué? Porque te echaba de menos, necesitaba saber que por un instante yo ocupaba tu mente. Quería volver a sentir que estaba en casa, que estaba a salvo. Aunque estuvieras lejos, podía notar tus brazos alrededor de mí. Y hoy, hoy no sé si será que ya no tengo esa sensación de que todo va bien, si cada vez estás más seco conmigo, si tengo miedo de no volver a ser nunca tan feliz, a sonreír a media luz al escuchar tu voz. Pero el caso es que aquí hace frío, aunque haya encendido todos los radiadores. Yo no sé si influirá también el que esté escuchando esa canción o que haya vuelto a ponerme la cazadora que llevaba la última vez que te vi. Pero, ¿sabes? Sin tus manos en mi cintura esta cazadora no es más que un trozo de tela que me da calor. Joder... ¿por qué lo estropeaste todo? ¿Por qué cuando todo va como debe ir, algo se jode? ¿Por qué no tengo el valor de ir a decirte que nunca fuiste un juego para mí, que yo realmente te quise y te quiero? ¿Por qué sigo esperándote aunque tú tengas negocios con trescientas? ¿Por qué ese lunar sigue siendo lo primero que veo al despertarme? ¿Por qué, por qué, por qué? Demasiadas preguntas para una sola certeza: todo está frío sin ti. Ven, por favor.

miércoles, 9 de enero de 2013

#. Su mente es distinta, sabe sonreír cuando ya no hay razones. Sin pretender. Siempre encuentra un buen motivo para hacerlo. Logrando hacerme sonreír a mí también.

Cuando estés en el suelo y no consigas ponerte en pie, piensa que te levantas. Yo te ayudo. No te derrumbes nunca y sigue. Es cierto, llorar duele, y más cuando tienes motivos para hacerlo y aguantas, eso es de gente valiente. ¿Sabes? Eres valiente. Jamás dejes de reír y sonreír, que nadie te quite eso. Demuestra que nadie puede contigo; y cuando notes que las piernas te fallan, que tus ojos se llenan de lágrimas y que por mucho que buscas no encuentras motivos para ser feliz, solo entonces, te dejo que te rindas. Mira a tu lado, sigo junto a ti. Yo te daré la mano y te ayudaré a levantarte. Yo te sacaré siempre del agujero más oscuro. Estaré a tu lado siempre, como te prometí.