lunes, 30 de abril de 2012

#. 25 horas al día, 8 días a la semana.

Te odio, y de qué manera...
Me afecta. ¿Qué quieres que te diga? Me afecta que seas de ESA manera. Tan especial. Me afecta que me guste tu mente, tu forma de pensar. Me afecta que hables y me sienta reconocida en ti. Me afecta tu forma de vivir. Porque a veces es la mía, quizá. Me afecta verte sonreír. Me afecta creer en ti. Me afecta entender que me afecte. Me afectas. Y de qué manera... Me afectas cuando me miras, cuando siento que me aislas. Me afectas cuando me escuchas, porque prestas atención, me gusta. Me afectas al besarme, ya que creo morir en tus labios segundos más tarde. Me afectas al abrazarme, pues me siento protegida. Me afectas sin más. Por tenerte a mi lado será. Pero me gusta que me afecte. Lo llevo en la sangre, desde niña. Me gusta sentirme así. Tranquila de que estés ahí. No busco nada más. Tenerte a mi lado quizás. De la manera en la que estamos tan bien. Es importante, lo sé. Para mí, para ti, para los dos. Demasiados debates desde la razón. No dejes de existir para mí. Ya te dije yo a ti que no. Sigue afectándome, eso sí. Sabes que va con mi forma de vivir. De sentir. De reír. De sufrir. De soñar. De morir. Morir cada día un poco más. Morir de sensaciones quizás. De debates eternos. De inseguridad.

#. No intentes convertir tu vida en un cuento de hadas, porque al final las perdices te las terminas comiendo sola.

Pensó en la pregunta y llegó a la conclusión de que si habían transcurrido años desde la última vez que oyera a alguien pronunciar aquellas palabras, seguramente la respuesta era que no. No estaba bien. Estaba cansada de abrazar almohadas, de confiar en las mantas para darse calor y de revivir momentos románticos en sueños para que luego no se hagan ralidad. Estaba cansada de tener que esperar que cada día pasara más rápido para pasar al siguiente. De esperar que fuese un día mejor, un día más fácil. Pero nunca lo era. Cada mañana la carga que pesaba sobre sus hombros era mayor, cada mañana deseaba que anocheciera cuanto antes para poder regresar a la cama, abrazarse a su almohada y envolverse en el calor de sus mantas.

jueves, 26 de abril de 2012

#. Diles que no estás triste ya, que solo resistes.

Echarte de menos. Recuerdos. Escuchar canciones dedicadas, románticas, olvidadas. Lo que no he olvidado es llorar. Lágrimas, ríos de sentimientos que nacen en el corazón y desembocan en los ojos. Qué bonito era todo. Mentiras. Verdades a medias. Ilusiones de adolescente. Sueños sin futuro. Esperanzas que se esfumaron veloces como llegó el otoño. Frío. Hojas marrones. Más llanto. Heridas cicatrizando que nunca llegarán a sanarse. Viento y mejillas rojas. Castañas asadas. Tacones, fiestas y alcohol. Felicidad aparente: sonrisa en la cara y brechas en el corazón. Tranquilidad. Olvido. Si hasta dejó de doler. Fracturas abiertas. Deportes arriesgados. Mensajes baratos; conversaciones, discusiones que no querían ni empezar ni acabar. Muchas palabras. Te quieros que dolían más que las mentiras. Enfados. Dudas. Más lágrimas y menos cordura. Caminar, como una funambulista, entre el amor y el odio. Cúmulo de sentimientos. Contrarios e incomprensibles. Largas historias. Quizás juntos o tal vez separados. Hemos formado parte de lo mismo y eso, quieras o no, a los dos nos dejó marcados. 

martes, 24 de abril de 2012

#. Enamorarse es como caer desde un edificio muy alto, tu cabeza te dice que no es una buena idea, pero tu corazón te dice que puedes volar.

Estoy acostumbrada a echarte de menos, desde el principio lo estuve. No es fácil tener dos vidas paralelas y llevarlas cada día al mismo tiempo, pero no tengo otra opción. Yo no elegí vivir así ni tener todas las oportunidades que tengo. Es algo con lo que se nace, una fuerza a soportar ciertas acciones que ya se encuentran escritas en tu destino antes de nacer. Pero que esté acostumbrada no significa que no te eche de menos, porque lo hago a todas horas. ¿He dicho a todas horas? Já, quería decir a cada segundo que se convierte en hora si no lo paso contigo...

domingo, 22 de abril de 2012

#. Es necesario amar siempre, incluso después de haber amado.

Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos. Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse siempre joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el dueño de tus espectativas. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto merece la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. ¿Qué más? Ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti. Y que, te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta solo con tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira. Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu peor enemigo: el miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón. Miedo... a tener miedo.

viernes, 20 de abril de 2012

#. No vamos a llegar lejos, pero vamos a llegar juntos.

Y gracias a ti descubrí que la vida es eso: caer y levantarse, y volver a caer y volver a levantarse. La vida es alegrarme cuando estás y joderme intentando olvidarte. Gracias a ti descubrí que los sueños se rompen, que la esperanza a veces es inútil y que en ocasiones sufrir no merece la pena.
También descubrí el tacto de una caricia, lo que son los abrazos y lo que significan algunas miradas. Descubrí que los polos opuestos se atraen, que las medias se rompen fácilmente y que el pintalabios rojo no se va de las camisas blancas. Pero lo más importante, es que descubrí que de siete días que tiene la semana, yo te quiero ocho.

#. Hay comienzos que solo entienden de finales.

Ya sabes, este es uno de esos días en los que me encantaría poder olvidarte. Siempre me sobraron los motivos, al igual que me faltaron las ganas. ¿La verdad? Me gustaría ser capaz de mirarte a los ojos, ver tu indiferencia y fingir que nada ha pasado. Que nada de lo que hemos vivido es importante, ya que para ti parece no haberlo sido nunca. Me gustaría prometerme a mí misma que la próxima vez que necesites algo, cualquier cosa, tendrás que buscarte la vida en otra costa porque yo ya no estaré aquí. Aunque sepa que no podré hacerlo; que, como siempre, aparcaré mi propio dolor para verte sonreír. Me gustaría hacer caso omiso a esas llamadas tuyas que solo suenan cuando a ti te apetece. Y, por supuesto, comenzar a quererme un poco más. Dejar de ser de las personas que más te cuidan y de las que menos valoras. Pero, aunque me encantaría, siento que no puedo, que es totalmente imposible para mí. ¿Qué por qué? Quizá sea porque tu sonrisa sea lo más próximo a la magia que he visto. O tal vez por aquello de que se me desbordan las pupilas siempre que recuerdo lo que solíamos ser tú y yo. Porque contigo he llegado a sentirme la persona más feliz del mundo; has conseguido, sin proponértelo, que los malos días se conviertan en buenos. Tal vez fuera porque el roce de tus manos era el mejor regalo del día y quererte una costumbre. Una más de todas esas que un día tuve. Y es que yo, por ejemplo, me acostumbré a que los martes fueran ese aniversario que nunca tuvimos, y los viernes, un motivo para celebrar. También me habitué a que fuera tu risa la que marcara el fin de la rutina, cada cinco minutos más o menos. Me acostumbré a pensar siempre al revés, a gastar 74 pasos en dejar de verte a mi lado. Así que aquí sigo, estancada en este punto en el que me situé unos meses atrás. Esperando lo que nunca llegará, soñando cada noche que puedas verme con otros ojos. ¿Ingenua? Sí. ¿Tuya? No lo dudes un segundo.

#. Hoy te quiero amar, con o sin tu consentimiento.

-Me gusta el sonido de la lluvia contra el cristal.
~Me gusta verte llorar de alegría.
-El calor de una manta mientras fuera no deja de soplar el viento.
~El calor de tus brazos aunque no haga frío.
-Una buena película mezclada con palomitas.
~Una película para estar a oscuras y poder mirarte sin que te des cuenta.
-El picor del sol sobre la piel un caluroso día de verano.
~El roce de tu cuerpo contra el mío.
-Caminar sobre el césped húmedo.
~Caminar a tu lado.
-Contemplar un amanecer.
~Contemplarte.
-Despertarme porque un rayo de sol acaricia mi rostro y ver el desayuno preparado en la mesa.
~Despertarme con tus besos y que lo primero que vea en el día sea tu sonrisa.
-Que haga frío y tener una bufanda que me proteja.
~Que tenga miedo y me cojas de la mano.
-Que alguien me diga 'te quiero'.
~Que me lo digas tú.
-El sonido de la naturaleza.
~El sonido de tu voz.
-Saborear un helado.
~Saborear tus besos.
-Detalles que hacen que mi vida sea mejor.
~Aún mejor.

#. No eres perecto, ya lo sé, eso no fue con lo que me enamoraste.

Cuando le das a alguien todo tu amor, nunca es seguro de que sea correspondido. Pero no esperes que te correspondan, solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona. Y si no crece, se feliz porque creció en el tuyo.

#. & qué menos que si vas a ser algo en la vida, seas especial :)

Y su sonrisa me mató. Aquellos ojos que hacen que todo a mi alrededor se consuma y no deje gota alguna para respirar. Tiene esos labios que me producen, yo qué sé... ¿cosquillas?

domingo, 15 de abril de 2012

#. El amor es romperse, incluso cuando ya somos pedazos de algo.

Hoy es el cumpleaños de mi blog, y en cierto modo también el mío. Un 15 de abril como este empecé a enseñarle al mundo esas cosas que solo tú provocas que escriba. Y qué puede haber más irreal y más mágico que encontrarte, por casualidad, con la persona que aquel día decidió que tenía que impedir que esto se acabara, que hizo que sintiera que volvía a valer la pena. Le di las gracias entonces y se las doy ahora. Os dejo un regalo, para vosotros y para mí misma, intentando olvidar que hoy, a pesar de todo, te sigo sintiendo aquí.

Hoy os voy a contar la razón por la que hace tiempo que saltan esquirlas. Supongo que para explicarlo debería comenzar por el primer octubre, cuando en lugar de esquirlas saltaban chispas entre los dos. ¿Sabéis? No teníamos término medio. Pero nos queríamos. Y él me lo demostró con cada reflejo de magia en sus ojos. Por aquel entonces, significábamos algo. Ya fuera porque no dejáramos de gritarnos o porque nuestras risas se oyeran a la vez, siempre teníamos algo que decir, algo en lo que creer, algo por lo que luchar. Luego llegó nuestro invierno (que fue más verano que nunca), nuestro adiós sin palabras porque después de dos años aún no sabíamos confesarnos lo mucho que nos echaríamos de menos. Y después volvió a ser octubre, y volvimos a vestirnos de lo que un día fuimos. Sin embargo, no volvieron a acurrucarse en torno a nosotros (listas para hacer de las suyas a la primera de cambio), esas chispas que ya se habían aprendido hasta nuestros nombres. Y lo único que nos quedó fue ese frío guardadito entre los huesos para que no se escape lo último que es verdaderamente nuestro, este ir desgastándonos día a día al comprobar que mi sonrisa ya no es suya ni lo será jamás, este rompernos cada vez que nos cruzamos y fingimos que nunca volamos juntos, estas esquirlas que saltan y se nos clavan cuando vemos en qué nos hemos convertido.

viernes, 13 de abril de 2012

#. Dejar ir no significa darse por vencido, sino aceptar que hay cosas que no pueden ser...

Vuelo ascendente. A veces rozábamos la estratosfera, sobre todo cuando me sonreía, otras saltábamos de cúmulo en cúmulo. Pero lo habitual era arriba, siempre más y más arriba. Podíamos con todo. O al menos, yo me sentía invencible sabiendo que estaba ahí para curar mis alas rotas, para enseñarme nuevos trucos y giros. O para mostrarme lo pequeñita que se volvían las personas (y los problemas) a kilómetros del suelo. Llegué a pensar que era imposible sentirse más feliz y lo que es peor, me confié al pensar que él también lo era. Y así, un día cualquiera, él dejó de sonreírme. Yo intenté seguirle el ritmo, continuar aleteando para no perder su estela. Tal vez no lo intenté con todas las fuerzas que me quedaban. O tal vez sí. En cualquier caso, lo cierto es que me caí. Atravesé una tras otra todas esas nubes de las que nos reíamos, al saber que nunca subirían tan alto como nosotros. Ninguna me quiso salvar. Y la primera vez que saltaron esquirlas entre los dos, la primera vez que su mirada atravesó mis alas ya difusas, sin verlas si quiera, me estrellé contra el suelo. Y desde entonces, aquí sigo. Tratando sin demasiado éxito emprender el vuelo otra vez, de aletear lo suficientemente rápido como para dejar atrás todos los recuerdos que me persiguen a donde quiera que vaya.

jueves, 12 de abril de 2012

#. Todas las cosas se joden en el momento en el que empiezan a importarme.

De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó esta sonrisa; conozco tanto el suelo que solo miro al cielo. Toqué ya tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré. Me asombra tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo misma. Tuve que sentir la soledad para aprender a acompañarme. Intenté ayudar tantas veces a los demás sin recibir nada a cambio, que aprendí a esperar que me pidan ayuda. Hago solo lo que debo de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran. Vi a tantas liebres correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.

#. No es que no crea en los finales felices, pero a veces pienso que la gente se equivoca cuando dice que lo mejor está por venir.

Ni una sola letra más llevará la estela de tu nombre. No te lo mereces. Y yo tampoco. Así que habrá que recordar en qué maldito punto entre mis escaleras y tu portal dejé mis maletas. Tendré que recoger esos huesos míos, erosionados por la lluvia y también por las lágrimas y guardarlos para arrastrarme a una estación que no huela a ti, donde no queden chicos de azul que me recuerden cuál es el color de la felicidad. Me iré tan lejos que tú solo serás una mota en el camino, una estrella en un cielo lo suficientemente alto como para no verte cuando me bailen las pestañas. Nunca palparás el número exacto de noches en las que me hiciste falta para que no tiritaran los muelles del colchón, nunca te confesaré que algunos martes me sorprendo a mí misma pensando que hay más heridas abiertas por ti repartidas por mi piel que las que tú cicatrizaste. & tú tampoco querrás saberlo, supongo. Porque, como susurra esa canción, entre dos locos siempre hay uno que entrega su vida entera y otro que tan solo se deja querer. Y no hace falta que te diga en qué lado dormías tú.

domingo, 8 de abril de 2012

#. Todo lo que podíamos haber sido tú y yo, si no fuéramos tú y yo.

Y qué, si te digo que se me encoge el alma al dudar de ti. Y qué, si soy tan tonta que hasta creerte quiero. Y qué, si estoy tan habituada, tan amoldada a vivir según tus pasos que me da miedo salir al exterior. Y qué, si cada vez que te recuerdo, te veo riendo, con ese gesto que siempre me hizo tan feliz. Y qué, si te perdono lo imperdonable. Y qué, si hago la vista gorda con todas esas palabras que nunca desearía haber escuchado. Y qué, si pienso que es imposible que hayas cambiado, que sigues siendo aquel al que quise tanto. Y qué, si me salvaste tantas veces que ahora quiero confiar en ti. Y qué, si cada vez que suena esa canción me acuerdo de tu voz. Y qué, si me da igual lo que opinen. Y qué, si me niego a aceptar la realidad. Y qué, si solo quiero esconderme y que al abrir los ojos vuelva a ser martes y octubre, como siempre debió ser.

#. He llorado por quien de mí se ha reído, me he reído cuando no había más que llorar.

Y tal vez todo tenga una explicación, y tal vez todo sea más sencillo de lo que pensamos. Y tal vez tú tengas más miedo que yo, y tal vez eches de menos lo de escuchar mi voz cada vez que te perdías. Y tal vez pueda más que estos años tu orgullo, y tal vez me gane de nuevo tu dolor. Y tal vez bastara con decir: volvamos a empezar, vuélveme a querer. Solo nos queda saber si vamos a fingir que somos lo suficientemente fuertes como para intentarlo.

sábado, 7 de abril de 2012

#. Fíjate si lo que estás buscando vale todo lo que estás perdiendo.

¿Aún no te has enterado? Ya me das igual, no me importas. Vete, desaparece... me estorbas. ¿Que por qué? No lo sé, porque sí. Tú también solías responder así, no te debo explicaciones, que más daño me has hecho tú a mí. & ahora no me vengas de víctima, no me digas que me quieres mucho... no te creeré. Me has mentido tantas veces que ya ni las recuerdo. Esta vez seré yo la que se vaya, la que no mire atrás. No pienso tener remordimientos porque, ¿a caso tú los tuviste? No. Jamás me tuviste un mínimo respeto... Seré yo la que se divierta por las noches, serás tú el que piense qué podrías haber hecho.

viernes, 6 de abril de 2012

#. Por alguna estúpida razón, creemos que es para siempre.

& es que tú, tú ya no hueles a vainilla. Pero aún sabes cómo morderme el corazón. Aún cuentas los segundos que pasan antes de apartar la mirada, antes de agarrarla de la mano & fingir que ya no sabes quien soy. Pero tanto tú como yo nos hemos dado cuenta de que ya no tendremos la bronca de después, los gritos tontos ni tampoco los de la reconciliación. &, sin embargo, lo seguimos haciendo. Seguimos buscándonos con los ojos para después bajar la vista & volvernos cobardes de nuevo. Como si todavía esperásemos que algún día nuestros caminos volviesen a cruzarse. Porque no queremos tener la triste certeza de que nos rompimos en mil pedazos & dejamos que tantos se perdieran que ahora sería imposible recomponerlos otra vez...

miércoles, 4 de abril de 2012

#. Sí, soy especial... ¿& sabes por qué? Porque él me dijo que lo era :)

Confiar es un acto de valor que solo puede salir de uno mismo, & si uno mismo se lo permite. Confiar es caminar con los ojos cerrados, incluso cuando no te llevan de la mano. Confiar es desconfiar de uno mismo para creer en lo demás. Confiar es entregar algo tuyo sin peros ni pretextos, porque la confianza en sí, implica también cuidar & guardar. Confiar es casi como dar amor, solo que en el amor necesitas de tu corazón, & en la confianza todo o demás. Confiar es dejarse ayudar & reconocer que no podemos hacerlo todo solos. Confiar es creer en la luz donde reina la oscuridad. Confiar es olvidar las excusas & los prejuicios, incluso sabiendo que nos pueden lastimar.

#. A base de putadas aprendí, que o jodes o te joden.

Eres la única (...que me cree las mentiras).

Pienso en ti (...pocas veces).

Salí con mis amigos (...& amigas).

Es solo una amiga (...con derecho a algo más).

Te necesito (...bien lejos).

Fue solo un beso (...& algo más).

No volverá a pasar (...por ahora).

Soy fiel (...solo cuando estoy contigo).

Hoy me quedo en casa (...hasta después de las doce).

Te digo la verdad (...solo por esta vez).

Me dejé llevar (...con todas).

Te juro que solo fue una vez (...que te enteraste).

#. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero tampoco sabemos lo que nos estábamos perdiendo hasta que lo encontramos.

& como un triste recuerdo vienes para quedarte & seguir lastimando lo que aún en varios años no he conseguido sanar. & como dos idiotas, volvemos al interminable juego que ya nos sabemos de memoria. Nuestro particular tira & afloja. Nuestro querer & no poder. El desearnos un lunes & odiarnos un domingo. & permitimos hacernos daño como la primera vez, & olvidamos amarnos como debería ser, & nos perdonamos por última vez (o eso creemos nosotros), & terminamos riendo para no llorar. Pero las cosas siempre terminan igual. & cada uno toma un camino, con la esperanza de volver a encontrarnos en un futuro próximo, aunque sea para sufrir juntos, en esta espiral de 'no sé cómo te aguanto pero no puedo estar sin ti'. No importa la hora ni el día, con tal de que esta historia nunca llegue a su punto final.

#. Si las chicas fueran bombas, tu corazón sería Irak.

& si te vas, que sea para siempre.

& si regresas, que no sea porque te conviene.

& si me besas, que sea porque lo sientes.

& si me olvidas, que no sea por una sola noche.

& si me extrañas, que sea sinceramente.

& si me odias, que sea porque ya no me quieres.

#. Si en los malos momentos no estás, en los buenos ni aparezcas.

He bajado al cielo, & créeme, no es eso que señalan... He robado sonrisas & a veces lágrimas, he llorado en el hombro del que me ha producido el llanto, he probado la peor droga: tus besos; he perdido el control de mis manos junto a ti, (te) he querido, (te) he odiado, he gastado todo mi dinero en lo que sabía que no se podía comprar, he encontrado el tiempo perdido, le he ganado la carrera al calendario. He vuelto a perder en la guerra contra ti, he ocultado todo lo que puede hacer daño, he construído un mundo a tu medida, he engañado a mi boca con otra que no es la tuya, he luchado por nada, he firmado tantas despedidas como huellas he dejado, he sido cobarde, he sido valiente, he sido de todos & de nadie, he aprendido que siempre que no te pertenezca, voy a pertenecerte. He aprendido que la mejor velocidad es ir al paso de tu lengua, he aprendido que el corazón se parte pese a que no vayas a ninguna parte, he roto mi cabeza para intentar así sacarte, he descubierto que los imposibles se quedan en imposibles la mayoría de las veces, me han roto el corazón de todas las maneras posibles, he visto el amor con estos ojos, he hecho caso a mi cabeza & también a mi corazón. He probado todo lo que no me gusta, & ahora me gusta menos, he roto con lo que era para siempre, he conocido lo que era perfecto para todos & me he quedado con lo que era perfecto para mí... pero nunca, nunca, he conseguido que me quisieras.

#. Haz que se pregunten por qué, a pesar de todo, sigues sonriendo :)

& cuando menos te lo esperas, aparece algo que no buscabas. Algo con lo que no contabas para nada. Algo que sabes que no es para ti, pero luchas por ello hasta morir. Algo inexplicable. Algo en lo que jamás habías pensado. Algo que sin querer pasa. Algo que es tan simple como el cielo verde. Algo tan grande que te cuesta verlo. Algo tan súmamente increíble, que te hace sonreír.

#.Smile(:

#. A veces le pregunto a mi consciencia si después de tanto amar, uno pierde la cabeza de verdad.

Ya no queda nada; ni principio, ni final. Nada. Solo ausencia mezclada con un toque de indiferencia. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero yo creo que el tiempo solo sostiene el dolor, lo mete en un rincón de tu memoria, & el día menos pensado lo saca a la luz. En realidad el tiempo es una mierda, se va consumiendo, hace la distancia & hace el olvido, te hace sentir viejo, & te hace sentir que no lo aprovechas lo suficiente. Me gustaría congelar un reloj, pararlo en un instante que para mí significara algo, & quedarme estancada ahí, como esos mosquitos que viven millones de años en ámbar & luego vuelven a nacer. Me gustaría volver atrás, no porque considere que me equivoqué, sino para volver a revivirlo. Supongo que tengo razones para pedirle al tiempo que se paralice & me deje viajar en él, & cambiar ese momento, ese instante... & sin embargo, no lo haría, ni aún sabiendo lo que después se me iba a avecinar. Inexplicablemente, lo sigo sintiendo, sigo estancada en aquel verano travieso, sigo sumergida en mis propios recuerdos, & embriagada de restos de rabia e impotencia. Cierro los ojos & sigo viéndote, sigo pensando que algún día esto cambiará, pero ni siquiera sé si lo deseo, quizá eso solo sea una forma de agravar mi impotencia al tenerte delante. Tiempo, párate. Párate que yo me bajo. Cada día es peor, cada día me siento más lejos de todo lo que me hacía sonreír, & no estoy preparada para derramar más lágrimas. Detente, por favor, quiero quedarme estancada aquí, quizá no sea el mejor momento ni el mejor lugar, pero tengo la sensación de que mañana será todavía peor.

domingo, 1 de abril de 2012

#. Soltar en una carcajada todo el aire & después respirar.

Ríe, grita, llora, salta, baila, haz rabiar, pasa de todo & no pases de nada. Chilla, canta a voces, busca quien te haga los coros, no disimules, se descarada, odia la falsedad, rompe el silencio, mira mal & mira bien. Di algo & cállate cuando sea oportuno. No disimules el asco, la rabia o el odio, pero no odies en vano. Se feliz, busca cosas que te hagan serlo, búscalas hasta debajo de las piedras. Deja los malos rollos & busca nuevos, métete en líos, arriesga, gana, pierde, cáete, levántate, tropieza & vuélvete a levantar. No pongas buena cara si te apetece mirar mal, pero tampoco mires mal por mirar, odia, quiere, siente, solo eso: siente. Haz lo que te apetezca, piensa un poco más en ti & un poco menos en los demás, se orgullosa, sáltate las reglas, diviértete a cada segundo, esconde el miedo, ten miedo. ¿Sabes? La vida te da mil momentos malos & uno bueno entre medias, & si estás pensando siempre en los malos, llorosa & maldiciendo tu suerte, no sabrás identificarlo. Así que por más puta que sea la vida: SONRÍE. Sonríe a las penas, sonríe a las alegrías, sonríe cuando te digan lo que piensan, aunque sea negativo. A fin de cuentas, la sonrisa es una muestra más de indiferencia.

#. Para que nada nos separe que nada nos una.

Ya no quiere dejar de querer, se ha decidido ser lo que nunca fue, tiene la manía de extrañarle & nada le hace no sonreír cuando escucha su nombre. Ha pintado el cielo de mañanas a su lado & de noches de pasión. Es la única persona que conoce el mapa de su corazón & no piensa dejarlo marchar por nada del mundo. Es feliz, supera esos putos tres metros sobre el cielo, no le hace falta nada más, lo tiene todo, lo tiene a él. Lo necesita para respirar tanto como él a ella & sabe de sobra que nada es para siempre, pero esto no es para siempre, es un infinito en toda regla. No puede evitar llenar esos ojos marrones de lágrimas al verlo marchar, pero sonríe, porque sabe que para él ella es su vida; su vida, su mundo, su universo & todo lo demás. Jamás había sentido algo así, algo tan brutal, algo tan perfecto.

#. Para que algo se cumpla primero tiene que ser soñado.

Sabes que nunca es demasiado tarde para apuntar a las estrellas, independientemente de quién seas o qué hayas hecho en tu vida. Entonces, haz lo que tengas que hacer, porque no puedes retroceder ni un segundo. No dejes nada en tu camino, porque el tiempo nunca estará en tu mano. Aprende a apreciar las pequeñas cosas, basta solo con desearlo.

#. Es como un espíritu que no puede hablar antes de que se le haya dirigido la palabra.

Si te pregunto algo sobre arte, me responderás datos sobre todos los libros que se hayan escrito. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina, nunca has estado allí & has contemplado ese hermoso techo.

Si te pregunto por las mujeres supongo que me darás una lista de tus favoritas, o incluso me describirías a tu chica ideal. Pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer & te invade la felicidad.

Si te pregunto por la guerra probablemente recitarás algo de Shakespeare: 'De nuevo en la brecha amigos míos...' Pero no has estado en ninguna, nunca has sostenido a tu amigo en brazos esperando tu ayuda mientras exhala el último suspiro.

Si te pregunto por el amor, me recitarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer & te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos. Nunca has pensado que Dios ha puesto un ángel en la tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno. Ni qué se siente al ser su ángel & darle tu amor & darlo para siempre & pasar por todo... juntos. No sabes lo que es perder a alguien, porque eso solo lo sabes cuando amas a alguien más que a ti mismo, & dudo que tú te hayas atrevido a amar de ese modo.

#. Aunque trate de olvidarte, mi corazón elige por mí.

&, ¿sabes? Lo que a mí me sobra es tiempo. Tiempo para desear con todas mis fuerzas que él vuelva a pasarse por aquí, & tiempo para poder sonreír en lugar de llorar al sentir que esos recuerdos no van a ser reales nunca más. Tengo que centrarme en otras cosas, tararear cualquier canción a todo volumen cuando vienen a visitarme nuestros fantasmas, lo que sea con tal de soltar la última cuerda que me ataba a él. Volver a creer de verdad que es posible sonreír sin sus gruñidos de enfado por la mañana & su risa de niño pequeño cuando todo iba bien. Que pase a ser, simplemente, mi mejor recuerdo, sabiendo que el futuro brillará mucho más. Encontrar una razón para que esté en mi pasado & no en mi presente. & sobre todo, seguir adelante. Mantener una puerta abierta por si él un día, una mañana, se da cuenta de lo que perdió & decide que quiere luchar por mí. O hacerme tan fuerte que me sean indiferente sus lágrimas buscando mi perdón. Lo que sea, con tal de no seguir estancada en este callejón sin salida que desde hace ya varios meses, es mi corazón.

#. & sin ti mi vida no sería mi vida, sería una vida cualquiera. Sin ti... no, no sería yo.

Ojalá todo fuera tan sencillo como pulsar el interruptor para que vuelva la luz, & no perderte aún más. Ojalá no necesitara agarrarme a estos recuerdos gastados para palpar & respirar cómo sabía tu risa. Ojalá no existieran todas las horas que no pasaste aquí conmigo. Ojalá no tuviéramos que inventar excusas, de esas que desde hace tiempo ya no se cree nadie, salvo nosotros dos. Ojalá no estuviera escribiendo esta historia con palabras de menos & sentimientos de más. Ojalá no fueras lo primero que veo al cerrar los ojos para dejar de pensarte. Ojalá no te hubieras convertido en lo que iba siempre detrás de mi nombre. Ojalá no hubieras dejado, aquí, bien dobladitas, cinco millones de noches en las que echarte de menos. Ojalá hubiéramos aprendido a sonreír sin ninguna lengua de por medio, a mirarnos a los ojos sin que salten esquirlas, por ser lo único que nos dejaron las chispas que murieron primero. Ojalá no te quisiera aún como solo se quiere a aquello que te ha agarrado en el precipicio una, dos, & hasta mil veces. Ojalá no tuvieras que verme llorar. Ojalá no rimaras tanto con octubre, con martes, con veinticuatro & hasta con azul, cuando es radioactivo. Ojalá valiera decirte que hace demasiado frío sin mis manos en tu pelo. Ojalá no reconociera tu olor en todos los lugares, menos donde yo he de dormir. Ojalá no me hubiera quedado sin voz (& sin razón) de gritarte que ya no necesitaba nada de ti, & que no volvería a hacerlo nunca. Ojalá me hubiera acostumbrado a respirar sin tus manías, sin tu mirada gamberra, sin tu voz tamborileando el lado oeste de mi vida. Ojalá me perdonaras por todo lo que nunca te dije, por los abrazos que no te di, aunque tus silencios me los pidieran. Ojalá fuera capaz de no fingir esa maldita indiferencia cada vez que me rozas, como si no se hubieran quebrado todos & cada uno de los huesos que aún se dignan a sostenerme, débilmente, desde que tú no estás. Ojalá no se me escapara tu nombre cuando el cielo está gris. Ojalá no te buscara, como otro acto reflejo, en todos los escaparates que una vez bailaron por & para nosotros. Ojalá no me doliera verte & no sentirte. Ojalá desapareciera cada mapa mudo que dibujé para espolvorear tus lunares. Ojalá no llevara tan adentro el tacto de tu pelo, el ángulo que forma tu cuerpo contra la pared cuando no has dormido bien, & el tango de tus manos sobre el folio vacío. Ojalá, ojalá supiera ser sincera al decirte que todo va bien. Ojalá no me ahogara cada vez que sueño que, por alguna razón que ni me importa, has vuelto, que tú también me has echado de menos, aunque jamás te di motivos para hacerlo. Ojalá no fueran nuestras todas las canciones del mundo. Ojalá no tuviera grabadas entre las clavículas tu sonrisa de las cuatro & media, & esa risa que me confesaba que no te irías a ningún sitio que no destilara mi sombra.

Pero te fuiste. Te fuiste & no puedo reprocharte nada. Te fuiste porque era más fácil volar solo que llevarme a hombros. Te fuiste & ahora ya no quieres chapotear en mis pupilas, porque te sientes culpable al creer que me dejaste caer... & yo no puedo levantar la mirada, porque sé que no merecía otra cosa.

Es triste. Pero fueron nuestros pasos de baile los que nos trajeron aquí. Así que aquí me quedo. Pensando que quizás, quizás, tú un día te acuerdes de mí, & quisieras saber si aún sigo girando en redondo cuando dices mi nombre. Si todavía me río cuando me ganas al tres en raya en mis lunares. Pensando que quizás, quizás, verme aún aquí te haga sonreír. & tal vez pueda compensarte, mal & tarde (como todo lo que yo escribo), por todas las cosquillas, todas las tardes & todos los sueños.