miércoles, 30 de noviembre de 2011

#. He vuelto a ser la idiota que llama de madrugada para colgar sin decir nada.

Es increíble cómo cambia todo en días, incluso en segundos. Sentimientos rotos, palabras negadas & sueños sin futuro. Es prácticamente imposible dejar de sentir tan de repente, dejar de tener esa necesidad de hablar, de escuchar su voz. Es raro estar un día bien &, al siguiente, quedar como extraños. & sí, esto lleva su tiempo así, pero ¿sabes? no me acostumbro. No. Porque me resulta más que extraño toda esta mierda, ahora todo es tan diferente, pero a la vez tan real. Lo peor es que solo me resulta raro a mí, lo más gracioso es que aquí solo pierdo yo. Que parece un maldito juego en el que solo había un ganador, & está claro que esta vez no me tocó a mí.

#. Tú eres todo el tiempo del mundo pero nunca es suficiente.

¿& si tengo que olvidarte? ¿& si tengo que darte por perdido? Porque ¿sabes qué? Esto de luchar está muy bien para los fuertes, & es precioso todo eso que dicen de no rendirse nunca. ¿& si te digo que yo ya no puedo más? ¿Que ya no tengo ánimos para inventar nuevas tonterías cada día para ti? ¿Que ya me es imposible pensar en ti sin que el dolor me abrume? Que no, que no tengo fuerzas para seguir luchando, que ya me cansé de no encontrar respuestas, de no entender nada. Que ya está bien. Que sí, que sé que me va a doler & en mi cobardía preferiría darle al botón de avance rápido, para pasar estos angustiosos días de espera, de incertidumbre, & poder ver todo esto como algo ya pasado que me hizo daño, pero que superé & que para mí ya está cerrado. & mientras seguiré intentando no saludarte, no hablarte, dejar de pensar en ti; para que por una maldita vez seas tú el que se arrastre & demuestre algo.

#. Si me quieres, tú ya no me verás, si menos me quieres, yo más estaré allí.

Para esta vida me pido al chico de las cinco sonrisas, el del corazón enorme & la transparencia por bandera. El que me cuenta la historia de cada cicatriz & los motivos hasta que se decide a decir un te quiero. El que hace que todo vuelva a ir bien solo con el sonido de su risa. El que me escucha cuando hace horas que debería haberme dejado tirada, el que me pica solo por la satisfacción de que vaya detrás de él a buscarle. El que provoca que no pueda estar más de cinco minutos enfadada con él & con el resto del mundo cuando me mira con esa cara. El que hace que cada palabra, cada verso de esos poemas de amor que tan poco le gustan, cobre un nuevo significado con su voz. El que sabe perfectamente donde está el boton "on" de mi risa & el momento justo en el que tiene que pulsarlo para evitar que todo a mi alrededor se hunda. El que me ha hecho una total experta en eso de jugar al tres en raya con sus lunares. El que es más que un "mucho", un "todo", más que toda esa mierda de "para siempre". El que me entiende con una mirada, el que me echa en falta aún cuando no le estoy haciendo caso a posta. Aquel que me derrite con su olor, con los pasos de tango que se marcan sus manos por el papel, con cada parpadeo con el que espera que le conteste mientras yo no puedo ni moverme por esos escasos cinco centímetros que me separan de su piel. Me lo pido para esta vida, discuto con las estrellas fugaces para que cumplan mi deseo, soplo pestañas díscolas para que se haga realidad. Para que un día te des cuenta de todo lo que has tenido siempre junto a ti. Siempre, hasta ahora.

#. ¿Quieres que te diga la verdad?

Me encantó, me gustaban esos momentos, esos que aún & después de todo siguen siendo únicos. Pero si quieres saber la verdad, la tienes que saber hasta el final. Porque ¿sabes? Los olvidé, aunque siguen escondidos en un cajón de mi memoria, ya me son indiferentes, no me causan ni sonrisas ni lágrimas, no me ponen ni feliz ni triste. Simplemente... es como si no estuvieran.

#. Es triste, pero es cierto: cada latido me recuerda a ti.

Me arrepiento tanto de no haber hecho algunas cosas...
De no haber podido decir lo que en un momento quería solo por temor a fallar. Pero quien no arriesga no gana, ni pierde. & solo de pensar que puedo perderte por decir algo equivocado, aunque sea verdadero, me quedo quieta & callada & espero otra ocasión para decirte todo lo que te quiero. Ojalá imaginaras lo que siento cuando te tengo a mi lado & no puedo mirarte fijamente a los ojos por miedo a sentir algo nuevo, un poco más lindo, en mi corazón.

#. Yo te ofrecí poco & lo que es poco nada vale.

No hace falta que agaches de nuevo la cabeza, ya sé que me estabas buscando. Que odias ese justo momento en el que mis ojos se encuentran con los tuyos por un instante & tienes que volver a recordar todo lo que soñaste. & la verdad es que yo tampoco lo soporto, pero porque cada vez que pasas se me clavan en el alma las palabras que no te dije a tiempo. Como por ejemplo: te voy a echar de menos. O que cada vez que te grité que eras insufrible, en realidad era mi rabia por no poder estar contigo. O que siempre que te aconsejaba cómo bailarle el agua a ella, me ahogaba yo. O que cuando decía que odiaba las peleas, quería que te libraras de ellas, el resto podían arreglarse por su cuenta. O que tenías los ojos más nocturnos en kilómetros a la redonda, o que podías haber conseguido cualquier cosa con esa sonrisa. O que cada vez que necesitabas ayuda, me moría por lanzarme & gritarte que podías contar conmigo para eso & mucho más. Pero nunca lo hice, solo por la estupidez esa de evitar que tú pensaras que me tenías comiendo de tu mano. Aunque, en realidad, ya lo sabías. Siempre lo has sabido. Desde aquel día en el que te encontraste mi mirada con luces de neón al girarte para despedirte. O quizá porque te diste cuenta que, al cruzarte conmigo, cerraba los ojos para sentir solo tu olor. O tal vez fuera por aquello de que ser incapaz de verte triste, por lo de repetir tontería tras tontería con tal de que tú no te sintieras mal. Pero supongo que eso da igual. Que tú decidiste que nunca importé, que no me necesitas para nada, que puedes seguir sin mí. Así que me parece que nunca me oirás decirte, mirándote a los ojos, otra cosa que también nos faltó: Que te quiero como jamás he querido a nadie, a morir, con locura.

lunes, 28 de noviembre de 2011

#. Casi tres años.

Deberías darte cuenta de que a él no le preocupa que te marches, ni que le mientas, ni que mires a otros. No le importa que le digas que te olvide, porque sabe que tú nunca podrás olvidarle a él. No le importa que te pases las noches llorando, pensando en lo que pudo haber sido & no fue. & aunque te esfuerces en olvidarlo aún recuerdas el roce de su piel, su mirada, su sonrisa, cada "¿qué estará pensando en este momento?", hasta echas de menos esos te quieros, aún cuando sabías que eran falsos, no se te van de la cabeza... La verdad es que ya no sabes ni lo que sientes, si lo quieres o lo odias, si lo extrañas o no lo quieres ver delante. Es tanto el tiempo que llevas queriendo olvidarle, que lo único que has hecho es recordarle.

domingo, 27 de noviembre de 2011

#. Construyendo palacios para príncipes me enamoré de un sapo.

Empecé a formatear algunas palabras que empezaban a estorbarme, no estaba dispuesta a que nada me hiciera tropezar en el camino. Pensé en decirle al silencio que dejara de hablar, pero hizo caso omiso a mis palabras. Quise gritar, correr, & dejar atrás algunos malos momentos, pero me siguieron a todos lados. Descubrí que el amor no era eterno & que las cosas más esperadas pasan en el momento más inesperado. Me prometí a mí misma no buscar más tesoros en islas que aún no se habían descubierto. Le corté las agujas al tiempo de mi reloj. Sonreí por última vez & le di un sorbo a mi vida.

#. & sin ti mi vida no sería mi vida, sería una vida cualquiera. Sin ti... no, no sería yo.

Parece mentira cómo alguien puede entrar & salir de tu vida de la noche a la mañana. Cómo las horas esperando ya no tienen sentido, & todas las palabras que un día fueron lo mejor, hoy te arrancan la piel como un cuchillo. Te dicen: "el tiempo lo cura todo". Mentira. Solo aprendes a vivir con ello, o sin ello, según. Ves el mundo & sigue, el tiempo no mira atrás & los niños de la guardería siguen sonriendo. Piensas que el sol ya no brilla con la misma fuerza & que en cualquier momento la destrucción se apoderará de tu cuerpo. No tiene sentido, siempre sola & ahora lo único que necesitas es estar con él. Nada es igual, solo tu corazón que, por desgracia, no deja de latir.

sábado, 26 de noviembre de 2011

#. ¿Qué esperabas chica?

La vida es eso: él te quiere a ti, sí. Igual que a sus más de quinientas amigas.

#. & no podrás manipularme nunca más, es que ya me has roto.

Te echo de menos. Mucho más de lo que un puñado de palabras pudiera expresar. Te necesito aquí, ahora. Es absolutamente preciso que estés presente en este pueblo. Pero no apareces. & no soy fuerte. Las que sí vienen a visitarme muy a menudo son estas lágrimas, fíjate tú. No quiero ni pensar qué se te pasaría por la cabeza si lo supieras. Si supieras que cada vez que se me escapa un "tengo ganas de volver a casa", realmente quiero decir que "tengo ganas de verte a ti". De hacerme la encontradiza, de decir: "vaya cómo pasa el tiempo, ¿eh?". De conseguir que creas que no te necesito, que eres uno más, cuando la verdad es que eres el uno. Si supieras que no hay ni un solo día que pase en el que me resista a imaginarme contigo... Aunque sepa que son simplemente eso, imaginaciones. Que jamás, por más que me duela, programaremos la alarma del despertador a la altura del primer lunar, jamás desayunaremos sonrisas & jamás nos acurrucaremos en miradas. Jamás. Nunca había odiado tanto una palabra. Saber que para ti no seré la que te quite el sueño, la que te haga feliz, & que tú tampoco estarás en momentos como este, cuando el mundo entero cae sobre mí... & yo solo puedo seguir hundiéndome.
#. No tengo ganas de encontrarme con cualquiera.

#. He llegado a un punto... en el que me río de la coma.

-. ¿Por qué me sigues?
+. Porque cuando era pequeña, mi madre me dijo que persiguiera mis sueños.

viernes, 25 de noviembre de 2011

#. Si caes es solo porque tú quieres.

Acéptalo, acepta que la vida no es ni blanca ni negra, es gris. Que en todo lo bueno hay algo de malo & en todo lo malo hay algo peor. Acéptalo & aprende a vivir así, ganando muchas veces, pero perdiendo muchas más. & recuerda algo: si caes es sólo porque tú quieres.

#. Sólo un idiota puede ser totalmente feliz.

Brindemos por los locos, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajan, por los que ven las cosas de una manera diferente. Por los que no les gustan las reglas & no respetan lo establecido. Puedes citarlos, estar de acuerdo con ellos, imitarlos o glorificarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas, empujan hacia adelante a toda la humanidad. Mientras algunos los ven como locos, otros vemos el genio. Porque son los locos que piensan que pueden cambiar el mundo, los que lo hacen.

#. Un te quiero mal pronunciado.

Con la sonrisa torcida, zapatillas sucias & el corazón palpitando a 200 km/h. Ahora se daba cuenta de lo que era ser feliz, lo tenía en frente, a cinco centímetros de su boca & lo único que se le ocurrió decir fue:

- Pensaba que te habías olvidado de mí.

#. & lo peor es que cuanto más me odias más siento que te quiero.

Supongo que el miedo nos ganó aquel día en que elegí mi vida en lugar de la tuya, cuando decidí que debía querer algo, a parte de ti. Elegí cambiar los buenos días de tu voz dormida por la monotonía de otros labios. Elegí no ver más cómo te desperezabas después del último intento de siesta. Elegí no volver a ser esa persona a la que tanto necesitabas. Elegí que olvidarme fuera lo más fácil del mundo. Elegí no perderme en el lunar de tus parpadeos. Elegí no caer en la cuenta del ángulo en que crece tu pelo. Elegí alejarme lo más posible de tu olor. Elegí que sustituyeras mi risa por la de otra a la primera de cambio. Elegí tener que decidir si matarme de rabia o morirme de celos al sentirte lejos de mí. Elegí guardar un recuerdo que me acribille el corazón una vez cada dos horas. Elegí tener veinticuatro pasos más abajo el lugar donde fui tan feliz, donde te grite tanto, donde te quise tanto. Elegí que fuera mi mirada la que se queda en los pliegues de tu ropa cuando tomas esa curva. Elegí ser yo la que consigue que actúes de la forma más extraña que pudiste pensar nunca. Elegí recaudar esperanzas los martes & caer en picado en un mar de recuerdos los domingos. Elegí tener que guardar para mí todo lo que dejé de decirte, porque ya nunca más será importante. Elegí querer & no poder, buscarte & no encontrarte, amarte & no importarte. Elegí ver crecer a nuestros temores, por ser lo único que nos quedaba. & lo peor es que, desde entonces, ese miedo no me abandonó nunca. Ni siquiera ahora, que ya no puedo perder(te) más.

martes, 22 de noviembre de 2011

#. A veces, sólo a veces, maldigo ese aire que se cuela en tus pulmones cuando yo no miro.

Ya sé que me cuesta demostrarte las cosas. & que quizás esto provoque que te alejes sin querer de mí. Pero si no lo hago es porque tengo miedo. Miedo de oír un yo no. Miedo a que dejes de sonreírme a destiempo. Miedo a perder esto, que por poco importante que parezca para ti, que puedes tener todo lo que quieras, para mí es una razón por la cual seguir a pié del cañón. Miedo porque eres la única persona que haces que yo me sienta así. & pensando esto me doy cuenta de que, por muy deseable que sea, es ridículo creer que me vas a querer justo a mí, cuando levantando una piedra se te aparecen cinco o seis mejor que yo en todo. Va a ser que los que dicen que soy cobarde tienen razón, & es que a veces ni yo misma me entiendo. Me muero porque me abraces & que pueda sentir que en ese momento soy yo, no otra, solamente yo, la que oye como te late el corazón. Pero pienso en estar contigo & ¿para qué negarlo? Tengo miedo. Ya he dicho que soy una cobarde, pero es porque lo he pasado muy mal. & también tengo miedo al dolor. Entonces me saludas & me haces perder la cabeza & me prometo que otro día, que afuera no llueva & esté menos cansada dejaré mis temores atrás. Otro día.

lunes, 21 de noviembre de 2011

#. No hay medida de tiempo que pueda definir el tiempo que estaremos juntos, empecemos por un para siempre.

Nos reímos, & seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiéndonos que nos llamaríamos mañana. Es una promesa inútil: lo habríamos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loca, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que él haya colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad, es un poco más de lo mismo...

sábado, 19 de noviembre de 2011

#. Mentir es fácil, lo difícil es que te crean.

- Llevo toda la noche queriendo enviarte un sms & no tengo ni idea de qué ponerte.

- Que me quieres, por ejemplo.

- ¿Serviría de algo?

- ¿Cómo?

- Sí, eso. ¿Cambiarían algo las cosas si supieras todo lo que te quiero? ¿Si supieras que para mí eres lo más importante del mundo, por encima de todas las cosas? Si tuvieras la certeza de que te amo, & de que nunca dejaría que te pasara nada malo aunque me odiaras, & no quisieras ni verme... ¿Cambiaría algo?

#. Te echo de menos & no entiendo por qué.

- Me gustaría poder decirte que no te quiero sin mentirte.
- Por favor, no me digas eso. Dime que me quieres.
- No puedo.
- ¿Por qué no?
- Porque si lo hago, seguido tendré que besarte, & si te beso, no podrás escaparte nunca más...
- Entonces... dime que me quieres.
- Te quiero.

#. Costaba diferenciar su sonrisa de la luna.

¿& ahora qué? ¿Qué hacemos? Dime qué prefieres: ¿Vivir en un pasado sin futuro, o en un futuro sin presente? Ahora qué, qué hacemos, qué decimos, cómo nos miramos, cómo lo ocultamos, o peor, cómo lo contamos... Dime algo, aunque sea dime tonta, porque lo soy, dímelo & hazme el favor de no mirarme como sueles hacerlo, de no tocarme & hacer que pierda el norte. Hazme el favor de no aproximarte a menos de un metro de mí, aunque me muero de ganas de hacer que entre tú & yo no quede espacio ni para el silencio. Pónmelo fácil, vete o quédate, pero deja de oscilar, de pasearte por mi vida, de alterar lo poquito que tengo ordenado. No te vayas, quédate, mírame, quiéreme, acorta el espacio entre los dos, baila un tango en mi piel, dibuja corazones en mi lengua, tápame los ojos, vuélveme loca, total, esto último lo tienes casi conseguido. No sé. No sé qué va a pasar hoy, ni mañana, & tampoco sé lo que pasó ayer. Lo único que sé es que esto es un secreto contenido al desear el calor de tenerte.

#. Hagamos de lo imposible un presente.

Que sí, lo reconozco. Que soy una niña caprichosa, que sí, que no soy capaz de olvidar, pero tampoco me esfuerzo en hacerlo. Que sí, que tengo un máster en querer lo que no tengo & en tener lo que no quiero. Que me como la cabeza, ideando, pensando, imaginando, acertando & fallando cada uno de los días de mi vida. Que sí, que soy una de esas cabezas locas, de esas que piensan las mismas cosas insistentemente, & llegan a la conclusión de que no hay conclusión. Sí, de esas que se dejan la verguenza en casa, de esas que han aprendido a contestar con palabras que se callan. Sí, de esas que no se molestan en recoger los trocitos de su corazón porque ya está más que roto. De esas que convierten en palabras todos & cada uno de sus pensamientos. De esas que construyen su mundo poquito a poco, con paciencia & buena letra, & lo tira por la borda en un mísero segundo. Sí, soy de esas que han aprendido que si te caes te levantas, que una tirita no quita el dolor, solo tapa la herida, que lo de que un clavo saca a otro clavo es una leyenda urbana, que la indiferencia no es más que la diferencia disfrazada, que se desea todo lo que no se tiene, que lo prohibido llama más, que los imposibles son por definición posibles. Soy de esas que han aprendido que a todos nos gusta complicarnos la vida, lo fácil se hace monótono, que estamos obligados a ser falsos hasta con nosotros mismos, que los te quiero son dos palabras que no significan nada o que lo significan todo, que todo lo que tienes se te escapa de las manos en el tiempo de un suspiro, & luego vuelve a resurgir. Soy de esas que han aprendido que un Lunes se está mal, & un Jueves la vida es capaz sorprenderte.

martes, 15 de noviembre de 2011

#. Sonrisas que se borran con goma.

Creo que te estoy olvidando, sí, así es. Me ha costado mucho pero por fin lo estoy consiguiendo, estoy olvidando tu risa, el color de tus ojos, tu mirada intensa, lo que me hacías sentir, estoy olvidándolo todo. Hoy me he dado cuenta de que sólo he pensado en ti cuando me he despertado, he sentido algo horrible en el estómago, algo que quiero olvidar, pero no he vuelto a hacerlo. Antes no podía escribir dos líneas sin quitar la vista del papel & sonreír, no podía leer un párrafo o estudiar porque pensaba en ti. Por fin, después de tanto tiempo lo estoy consiguiendo, pero sé que este logro va a durar poco, tan poco como hasta que te vuelva a ver. Entonces, con una mirada insignificante, con una frase hecha o con dos palabras sin importancia, harás que todo vuelva de nuevo.

#. Si pudiera elegir un poder, elegiría poder estar contigo.

"Las personas se van porque así lo quiere el destino"

¿Qué destino? Las personas se van porque uno lo deja marchar, porque no sabemos aprovechar lo que tenemos hasta que lo perdemos, porque no somos capaces de mostrar lo que realmente sentimos.

& si tres mil veces te rompen el corazón, nueve mil le pones hilo & te lo coses; porque más vale perder el orgullo por la persona que quieres, que perder a la persona que quieres por orgullo.

#. Little miss laught :D

Hace unos días tenía contadas todas las estrellas que había en el cielo. Las conté una noche que estuve con la sensación de que estaba esperando algo o a alguien. En total, conté 801.544.270.998.623.015 estrellas, aunque no conseguí contarlas todas. Contarlas todas me llevó su tiempo & dedicación, & la verdad, no sé por qué lo hice, supongo que fue esa extraña sensación de esperar algo de alguien. Hoy tuve de nuevo la necesidad de alzar la vista al cielo estrellado & me percaté de que había una parte en la que faltaba una estrella. Bajé la vista a la tierra & descubrí una luz a lo lejos. Me faltaron piernas para correr hasta allí, era una estrella. Supe que esa estrella había caído de esa parte del cielo estrellado vacío, supe que esa estrella eras tú, supe que la sensación de espera se debía a ti, mi pequeña gran estrella.

viernes, 11 de noviembre de 2011

"Estoy fuera de los recuerdos, del pasado... pero también estoy perdido. Antes o después, las cosas que has dejado atrás te alcanzan. & las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. & me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño..."






Del libro: Tengo ganas de ti.

#. Que: o contigo, o con nadie.

Que no, que no hay manera. Que no hay un solo día que pase sin que un recuerdo me lleve a ti. Que si no me da por pensar en la tontería de turno que dirías en cada momento, alguien imita nuestras peleas, esas de cuando nos queríamos tanto. & luego están esas otras mañanas en las que vuelvo a gritarte, tan solo para no perder la costumbre ni la cabeza. O quizá para palpar de nuevo cómo suena un: venga, tranquilízate. & poder tranquilizarme. O como en ese feliz momento (que ahora se encuentra demasiado lejos) en el que no parabas de decirme con esa sonrisa que no debería ser legal que si "ya estábamos así otra vez", tomándotelo a broma; como siempre conseguiste que hiciera yo con mis problemas. & es que es demasiado triste. Pensar que nunca, nunca más vas a llamarme sólo porque te gusta cómo suena mi nombre, que nunca más vas a tener esa necesidad de pincharme para ver cómo me hago la ofendida. & quizá lo que más me entristece de todo es pensar que esa risa que tantas veces sonó de tono de llamada, es únicamente un recuerdo desde aquel día en que te dejé marchar como si no me fuera la vida en ello. & lo peor de los recuerdos es que no vuelven. Jamás. Así que supongo que debería haberlo sabido, así que supongo que no debería estar llorando ahora mismo, así que supongo que no debería haberte querido tanto, así que supongo que debería haber hecho esa tarde es guardar los trocitos de este corazón roto & enviarlos a uno de esos lugares que dijiste que no visitarías en la vida, cuando creíamos que el mundo podría ser nuestro. Para que así no te molesten a ti al verlos, ni me mate a mí sentir cómo se revelan, cómo se niegan a aceptar la realidad cuando te oyen sonreír.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

#. Aún si estuvieras aquí, te sentiría distante.

Dejó de escuchar las palabras. Había aprendido suficiente. Aunque también podría decir que había sufrido demasiado, que en tal caso, era lo mismo.

#. Pues lo que se dice a veces daña, mas lo que se escribe puede herir hasta morir.

He aprendido que los idiotas esos que nos hacen reír, son los únicos capaces de cambiar el mundo. Que una sonrisa puede esconder más sentimientos que un par de palabras & que las canciones de amor acaban pasando de moda. Que ahora los besos se regalan sin ton ni son sin sentimientos & que los malos días sólo duran 24 horas. Que quizá no estemos preparados para ser felices, sino para encontrar la felicidad en otras personas. Porque los malos no pueden ser tan malos & que los buenos sean tan buenos. Que los ojos marrones también pueden ser bonitos. Que se puede & no se quiere, & cuando se quiere ya no se puede...

#. No estoy segura de lo que sentía & lo cierto es que no quiero saberlo, las cosas buenas no hace falta entenderlas.

Se superponen las ganas, los sentimientos o, mejor dicho, las malas sensaciones. Se superpone el miedo, pero para protegerte recurres a esa vieja coraza, total, siempre es igual & esta vez nada te va a pillar desprevenida. Se superponen las ganas de querer & que te quieran. Se superponen los lo siento, & los besos locos. Se superpone la rabia, la impotencia & las ganas de encontrar por una vez la felicidad. Todo se va superponiendo, poco a poco las cosas del pasado se quedan ahí, & encima de ellas se van construyendo cosas nuevas. El problema viene cuando percibes que el presente se asemeja en forma & contenido al pasado más de lo que debería, & te entra el pánico, & descubres que estás cansada de que sea siempre lo mismo & de llevarte una idea equivocada de lo que es la felicidad. Porque nunca la has tocado con la yema de los dedos. Maldita felicidad. Es tan relativa, & nosotros, al menos yo, tan caprichosa, que somos incapaces de buscarlas en pequeñas cosas. & así me pasa, que acabo una mañana del nueve de octubre tirada en la cama sin saber qué hacer ni qué empezar a buscar.