lunes, 1 de abril de 2013

#. Desde que te conocí, ya no finjo mi sonrisa.

A veces me pregunto cómo sería yo si ahora hace tres años y pico ya, no me hubiera fijado en lo bien que te quedaba esa camiseta y la gracia que tenías dando toques con el balón. Si nunca te hubiera visto sonreír así, y no hubiera vuelto a creer en algo. Si hoy no recordara la primera vez que me miraste directamente a los ojos, la primera vez que dijiste mi nombre en voz alta y me pareció la mejor secuencia de sonidos que había oído en años. Si no hubieras tenido esa costumbre de dejarme sin querer con ganas de más, de alejarte siempre cuando sentía el impulso de darte un abrazo, de racionar las sonrisas y hacerte tan imprescindible. Si no me hubiera dado cuenta de que la historia que tú tienes por contar pocos por aquí la poseen. Si no hubiera caído en la forma que tienes de guardar las manos en el bolsillo del pantalón por debajo de la chaqueta, mientras caminas con toda la tranquilidad del mundo. Si no hubiera comprendido que valías la pena, y no hubiera decidido darlo todo por ti, ser tu apoyo, ser esa persona con la que podrías contar en cualquier momento. Si no me hubiera hecho adicta a cada pequeño movimiento, si no me hubiera hecho una experta en tu olor. Si nunca hubiera pensado que eres como un niño grande, pero que tienes el mayor corazón en kilómetros a la redonda. Si no me hubiera desesperado cada día que no hablaba contigo, si no hubiera pagado mi mal humor gritándote. Si no me hubieras demostrado que te importo y que puedo confiar en ti. Si nunca te hubiera conocido... Nunca, jamás, hubiera sabido cómo te muerdes el labio, cómo te muerdes las uñas cuando estás nervioso. Cómo suena un "no tienes remedio" dicho por una voz como la tuya. Nunca hubiera jugado al tres en raya con tus lunares. No hubiera conocido el pequeño remolino de tu pelo. No hubiera sabido lo que es pasar el día contigo, y sentirme la chica más afortunada del mundo. Y siento miedo. Y un profundo agradecimiento a quien quiera que distribuya las corrientes marítimas, las arísticas y las de población. Por haberme posado en este país, en esta ciudad, en esta vida.