domingo, 11 de septiembre de 2011

#. Es algo químico que se apodera de mí.

& qué decir... si esto es lo más cerca que he estado de sentir que tú has vuelto. Quizá sea porque regresan las mismas sensaciones, quizá ocurra de nuevo este "no sé cómo te aguanto pero no puedo estar sin ti". O posiblemente sea que si todo esto hubiera pasado un par de meses atrás tú hubieras estado ahí para apoyarme. Hubieras dejado que pagara mi mal humor contigo, hubieras permitido que me desahogara gritándote aunque no tuvieras la culpa de nada. & es curioso... siempre he actuado al revés, cuando sí tenía cosas que echarte en cara me he visto incapaz de abrir la boca. & lo que está claro es que tú huberas sido capaz de hacerme reír sin pretenderlo si quiera. Pero no estás. & no creo que vuelvas nunca. & sí, he leído por ahí que a veces, hay que olvidar lo que uno siente & recordar lo que uno merece. ¿Sabes? Todo va bien hasta que trato de dejar la mente en blanco. Porque entonces me acuerdo de todo lo bueno que hemos compartido, entonces se me hace imposible pensar que tú no eres ese que fuiste a mi lado durante tanto tiempo. & es en ese momento cuando pienso que sí, probablemente me merezca algo más que tú, pero me da igual. Que me dan igual las mentiras, que me dan igual tus malas caras de lunes por la mañana, que me da igual que cuando estés enfadado con el mundo sólo parezca que estás enfadado conmigo. Que me da igual que entre tus mayores aficiones se encuentre sacarme de mis casillas, que me da igual que en ocasiones solo cuentes conmigo para lo que te interesa. Que me da igual lo que digan de ti, que me da igual que pierdas la cabeza por cualquiera a la primera de cambio. Que me da exactamente igual. Que es en estos momentos en los que yo cambiaría casi cualquier cosa porque pudieras quererme como yo te quiero a ti. Porque si algo quedó claro, es que a mí me cuesta horrores olvidar lo que siento.