jueves, 20 de diciembre de 2012

#. Echaste raíces en mí, no hay ni dios que te arranque.

Siempre fuiste el jueves en medio de mi vida. Aquella botella que curaba mis heridas a base de amor. Siempre fuiste el trago más dulce y el más amargo. Eras lo que quedaba del sol cuando se iba, la primera calada de cada mañana, y la última de cada noche. Las burbujas del refresco más refrescante. La Luna, el Sol, y todas las estrellas. Formabas parte de esa libertad que se siente al bailar cuando apetece. Fuiste mi imposible, mi talón de Aquiles, mi perdición. Fuiste aquella piedra por la que hubiese vuelto a caer mil veces más. Fuiste todo aquello que quise y que no he vuelto a querer. Fuiste todo aquello que volví a hacer. Eres todo lo que volvería a hacer.