viernes, 25 de noviembre de 2011

#. & lo peor es que cuanto más me odias más siento que te quiero.

Supongo que el miedo nos ganó aquel día en que elegí mi vida en lugar de la tuya, cuando decidí que debía querer algo, a parte de ti. Elegí cambiar los buenos días de tu voz dormida por la monotonía de otros labios. Elegí no ver más cómo te desperezabas después del último intento de siesta. Elegí no volver a ser esa persona a la que tanto necesitabas. Elegí que olvidarme fuera lo más fácil del mundo. Elegí no perderme en el lunar de tus parpadeos. Elegí no caer en la cuenta del ángulo en que crece tu pelo. Elegí alejarme lo más posible de tu olor. Elegí que sustituyeras mi risa por la de otra a la primera de cambio. Elegí tener que decidir si matarme de rabia o morirme de celos al sentirte lejos de mí. Elegí guardar un recuerdo que me acribille el corazón una vez cada dos horas. Elegí tener veinticuatro pasos más abajo el lugar donde fui tan feliz, donde te grite tanto, donde te quise tanto. Elegí que fuera mi mirada la que se queda en los pliegues de tu ropa cuando tomas esa curva. Elegí ser yo la que consigue que actúes de la forma más extraña que pudiste pensar nunca. Elegí recaudar esperanzas los martes & caer en picado en un mar de recuerdos los domingos. Elegí tener que guardar para mí todo lo que dejé de decirte, porque ya nunca más será importante. Elegí querer & no poder, buscarte & no encontrarte, amarte & no importarte. Elegí ver crecer a nuestros temores, por ser lo único que nos quedaba. & lo peor es que, desde entonces, ese miedo no me abandonó nunca. Ni siquiera ahora, que ya no puedo perder(te) más.