Se superponen las ganas, los sentimientos o, mejor dicho, las malas sensaciones. Se superpone el miedo, pero para protegerte recurres a esa vieja coraza, total, siempre es igual & esta vez nada te va a pillar desprevenida. Se superponen las ganas de querer & que te quieran. Se superponen los lo siento, & los besos locos. Se superpone la rabia, la impotencia & las ganas de encontrar por una vez la felicidad. Todo se va superponiendo, poco a poco las cosas del pasado se quedan ahí, & encima de ellas se van construyendo cosas nuevas. El problema viene cuando percibes que el presente se asemeja en forma & contenido al pasado más de lo que debería, & te entra el pánico, & descubres que estás cansada de que sea siempre lo mismo & de llevarte una idea equivocada de lo que es la felicidad. Porque nunca la has tocado con la yema de los dedos. Maldita felicidad. Es tan relativa, & nosotros, al menos yo, tan caprichosa, que somos incapaces de buscarlas en pequeñas cosas. & así me pasa, que acabo una mañana del nueve de octubre tirada en la cama sin saber qué hacer ni qué empezar a buscar.