viernes, 20 de julio de 2012

#. Me gustaba como eras antes. Tu forma de tratar de conquistarme. Ya cuando supiste que te amaba... perdiste todos los detalles.

¿Y qué pasa cuando decides olvidarlo? ¿Cuándo decides no seguir luchando por algo que te está matando? Algunas personas dicen que rendirse es de débiles... yo creo que en realidad, rendirse cuando algo no merece tu dolor, cuando quieres algo pero te das cuenta de que nunca lo podrás tener, por mucho que luches día a día... eso, es de valientes. Y es que yo ya me he cansado de sentir las mentiras volando a mi alrededor, el frío de la noche cuando tú no estás, el silencio que dejas cuando te enfadas y decides irte, y las lágrimas que provocas cuando todo falla una vez más... Aunque haya decidido irme, y esta vez sea de verdad, no puedo evitar quedarme siempre con las mismas puñeteras preguntas rondando por mi mente: ¿por qué yo? ¿Por qué a mí? Yo te quise... nunca te hice daño. ¿Por qué todo no puede ser tan fácil como al principio? ¿Por qué, por qué, por qué...? Lo único que me queda son las ganas de ser feliz aunque cada día tenga el corazón un poquito más roto. Nunca fuimos nada, pero siempre hubo algo. Siempre estuviste lejos, pero nunca pensé que ese fuera motivo suficiente para que te olvidaras de mí. Al fin y al cabo, yo nunca te olvidé... nunca pensé que ese fuese motivo para dejar de creer, sin embargo, hoy ya no creo en nada.