viernes, 22 de noviembre de 2013

#. Dime por qué luché si al final lo perdí todo.

Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere que le llueva para luego iluminarle con mi sonrisa cuando amanezca.
Ya no quiere que le duela para luego hacerle risas cuando menos se lo espera.
Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere que le empape cada noche, como si se tratara de colores de acuarela.
Ya no quiere ser mi vela, ni que mi cintura sea el mechero que le encienda.
Ya no quiere que le quiera.
Ya no quiere perderse para que más tarde sea yo la afortunada que lo encuentra.
Ya no quiere que le convierta en la estrella de mi película, ni en el protagonista de mi novela.
Ya no quiere que le quiera, pero aún no me ha explicado cómo cojones puedo dejar de quererle.