sábado, 8 de marzo de 2014

Todo va bien.
Y de repente ves como en un segundo, todo aquello que creías que importaba, todo aquello que amabas, cambia con simples cuatro palabras. Se desvanece. No queda nada. Duele.
(Respira)
Estos son los problemas que verdaderamente importan, esos que aparecen a una hora cualquiera de un día cualquiera y que jamás pasaron por tu imaginación. Porque nunca pensamos que nos pueda ocurrir. Pero ocurre.
(Respira)
Aún no está todo perdido.