jueves, 3 de mayo de 2012

#. Hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo más importante en la vida es saber volar sola.

No puedo decir que ahora mismo esté bien. Y mucho menos que mañana no vaya a hundirme de nuevo. Porque yo tampoco puedo controlar lo de que tú decidas sonreírme una vez más, no puedo prometerme que dejaré de seguir con la mirada esos pasos que se alejan de mí. Y es que, ¿qué se puede hacer si tus latidos están codificados según su corazón? ¿Qué se puede hacer si te gustaría regalarle cada palabra y él está más ciego que cuando tú le enseñaste a ver? ¿Qué se puede hacer, cuando lo único que deseas es vivir en el pasado, dormirte sabiendo que lo primero que sentirás al día siguiente son sus manos revolviendo tu pelo? ¿Qué puedes hacer tú, qué puedo hacer yo si esos ojos oscuros que me miraban tan ilusionados se han mudado a mi retina y no me permiten ver otra cosa? ¿Qué se puede hacer si ya has escrito tanto, si ya has llorado tanto que en ocasiones piensas que te ha dejado vacía, pero que solo puedes agarrarte a él? ¿Qué se puede hacer, cuando lo mucho que lo quieres ya no te cabe dentro y necesitas gritarlo porque ya no aguantas más? Que alguien me explique qué diablos se puede hacer si, a pesar de que él ya te haya fallado de todas las formas posibles, habidas y por haber, tú te niegas a olvidar, a dejar que los recuerdos vuelvan por donde vinieron, solo para no perder lo que, en realidad, nunca tuviste.