viernes, 8 de junio de 2012

#. Las personas no lloran por haber sido débiles, lo hacen por haber tratado de ser fuerte durante tanto tiempo.

Bueno... quizá hoy no sea uno de mis mejores días, quizá no estoy tan bien como voy jurándole a las estrellas, quizá a ratos el pulso que le echo a esa mezcla de recuerdos y olvidos me gane un rato, pero solo un rato. No es fácil, supongo que teñir mi cara con indiferencia durante meses es un trabajo demasiado duro, pero yo siempre he tenido fama de ser esa chica a la que no le puede cualquier cosa. Esa que siempre tiene una sonrisa para mostrar al mundo, esa que esconde un par de secretos que solo conoce su almohada, esa que a veces hace el trabajo de las nubes pero en solitario y sin que nadie se entere, esa que es capaz de levantarse diez centímetros del suelo, mostrar una felicidad aparente y al torcer la esquina llorar como si le fuera la vida en ello.
Bueno... quizá la explicación sea más sencilla de lo que todos (e incluida yo misma) sospechamos, quizá el truco está en dejar de recordar ese escondite que tenías en mi habitación 'por si las moscas', o dejar de escuchar ese par de canciones que hablan de un nosotros que ni siquiera sé si sigue estando. Quizá es que añore demasiado los lugares que nos vieron, o que todo a mi alrededor tenga un matiz que me haga recordarte. Ha pasado demasiado tiempo, y no es que no te haya superado, olvidado o esa sarta de mentiras que dicen que hay que hacer cuando algo se acaba, simplemente es que tú y yo seguimos siendo los mismos (o incluso mejores), pero con una diferencia: ahora me atormenta la idea de que un Martes cualquiera decidas dar la vuelta a todo y buscar una mirada distinta a la mía para que siga el son de tus pasos. Si te digo la verdad me da igual que le regales tus besos a otras tantas que no saben lo que es amar; es más, yo también lo hago. Pero nunca, nunca te perdonaré que decidas sustituírme por una cualquiera, porque aunque lo intentes, siento comunicarte que quizá nunca lo vayas a conseguir, que por desgracia (igual que tú para mí), yo para ti: soy algo más que otra cualquiera.