lunes, 27 de agosto de 2012

#. Nadie sabe lo que tiene hasta que le duele.

Lleva tiempo sin aparecer. Lo que solíamos encontrar a la primera, se esconde ahora para que nadie lo vea. En este momento ocurre. Miras en mi dirección sin verme realmente, evitas mis ojos... ¿qué esperas leer en ellos? ¿Que te sigo queriendo o que te olvidé ya? ¿Resentimiento o perdón? ¿Que te echo de menos? ¿A caso temes darte cuenta de que también tú me echas en falta? Lo que es seguro es que tienes miedo de sufrir. Será que te conozco demasiado bien. Esa fue nuestra perdición. La nuestra & la de aquel rayo de sol que un día poseímos. ¿Sabes? A veces creo atisbarlo al doblar una esquina, creo ver tu risa, creo oír tus ojos chispear. Pero otras veces me doy cuenta de que, realmente, ha dejado de hacerme daño.