miércoles, 20 de julio de 2011

#. No te perdonaré nunca el no saber qué pudo llegar a ser.

¿Sabes qué? Ayer también era martes. No martes & trece, sólo martes sin ti. & preguntarse, preguntarse para seguir respirando qué estás haciendo ahora & si piensas en mí. & echarte de menos. Sobre todo, echarte de menos. De una manera enfermiza, como un método de autodestrucción. Recordarte una & otra vez, como si tuviera miedo de olvidarte en cualquier momento. Olvidar la cara que ponías cuando me necesitabas, olvidar que solías reirte como un niño de cinco años, & que el color de tu sonrisa me volvía loca. Que lo de tus lunares ya era un asunto de estado & las ganas de llorar el sentimiento omnipresente. Ojalá nos hubiéramos encontrado en la cara oscura de la luna, ojalá no nos hubiéramos perdido nunca. Ojalá hubiera hecho lo que jamás me atreví a hacer. Que sí, que ya sé que no hubiera cambiado nada, que hoy seguiría tan lejos de ti como ahora & con esta lluvia entre los dedos. O quizá no.