domingo, 10 de julio de 2011

#. Tú dices blanco, yo digo negro.

Negro. Sí, negro. Creo que es la palabra que ahora mismo puede definir todo lo que siento. Mi corazón está negro. Mi aura negra. Mi mirada, mis ganas, mi espíritu, mi alma... Todo negro. No puedo ver a través de mí, a través de ti, a través de nada. Todo está oscuro & no me sale la voz. Hoy las lágrimas empañan mi vista. Aquella mirada tan alegre que tenía, & que ahora se convirtió en verguenza. En llanto. En lástima. En pobreza. Una mirada pobre porque ya no tiene nada. Ni vida. Ni sueños. Ni esperanza. & lo más importante; se quedó sin una pizca de luz. Nada que pueda guiarme más allá de donde estoy. No puedo decir que te he perdido, porque en realidad nunca te tuve. Nunca te conseguí. No fui capaz de ganarte. Quizás no te merecía. Quizás eres demasiado para mí, demasiado. &, además, no soy lo que buscas.
Tú serías lo único necesario para que mi vida encontrara esa pizca de luz que tanto me hace falta para encontrar el camino. Mi camino. Una vez me dijeron que no se puede tener todo en la vida, pero desde que te conocí, descubrí que ese mito era mentira. Para acabar te diré que encuentres a alguien que te quiera como yo nunca supe quererte. Que te mire cada día a los ojos & se sienta la chica más afortunada del universo, tan sólo por estar contigo.