jueves, 9 de febrero de 2012

#. Dame un poco de tu tiempo, después te doy yo un poquito de mí.

Silenciosamente abrió un par de centímetros la puerta &, en efecto, allí estaba, tumbada en la cama. Al instante sonó su móvil, su canción favorita. Ella se puso a bailar, enloquecía al compás de la música. Él la miraba fijamente, como un espectador de su propia vida, eso es: ella era su vida. & lo seguiría siendo hasta el fin de los tiempos... Sencillamente hermosa. De repente, ella se percató de su chico, que no paraba de sonreír & mover la cabeza al ritmo de la sonada melodía; lo miró con ojos de complicidad, sonrió placidamente & se acercó a él diciendo:-.Eres un cotilla, voy a tener que matarte.
-.Adelante, me encantaría morir entre tus brazos.