miércoles, 8 de febrero de 2012

#. Déjame hablarte de un tal pajarillo que dice te quiero.

Qué bien te queda la sonrisa cuando hace tiempo que no te la pones. Qué bien te queda ese lunar travieso que viaja de tu brazo a mi corazón & viceversa. Qué bien te queda la mirada cuando te brillan los ojos. Qué bien te queda el remolino en el pelo cuando lo he causado yo a fuerza de despeinarte. Qué bien te queda el moreno cuando llevas meses escondiéndolo. Qué bien te queda la risa cuando vuelves a parecer un niño grande. Qué bien te quedan las manos cuando acaban de bailar un tango sobre mi piel. Qué bien te quedan las dudas cuando sabes que debes marcharte. Qué bien te queda la alegría cuando viene para quedarse. Qué bien te queda el hoyuelo al lado derecho cuando me estás llamando tonta. Qué bien te queda el ojo cuando me lo estás guiñando. Qué bien te queda tu cuello cuando es territorio comanche. Qué bien te queda tu olor cuando hace 72 horas que no te veo. Qué bien me queda a mí la vida, cuando te tengo al lado.