domingo, 8 de abril de 2012

#. Todo lo que podíamos haber sido tú y yo, si no fuéramos tú y yo.

Y qué, si te digo que se me encoge el alma al dudar de ti. Y qué, si soy tan tonta que hasta creerte quiero. Y qué, si estoy tan habituada, tan amoldada a vivir según tus pasos que me da miedo salir al exterior. Y qué, si cada vez que te recuerdo, te veo riendo, con ese gesto que siempre me hizo tan feliz. Y qué, si te perdono lo imperdonable. Y qué, si hago la vista gorda con todas esas palabras que nunca desearía haber escuchado. Y qué, si pienso que es imposible que hayas cambiado, que sigues siendo aquel al que quise tanto. Y qué, si me salvaste tantas veces que ahora quiero confiar en ti. Y qué, si cada vez que suena esa canción me acuerdo de tu voz. Y qué, si me da igual lo que opinen. Y qué, si me niego a aceptar la realidad. Y qué, si solo quiero esconderme y que al abrir los ojos vuelva a ser martes y octubre, como siempre debió ser.