lunes, 2 de enero de 2012

#. ¿Exactamente en qué punto te das cuenta de que lo necesitas más que a tu propia vida?

Me sonríes & me miras con esos ojos que me transmiten tanta confianza... & entonces sé que me pasaría contigo el resto de mi vida. Me he dado cuenta de que no necesitas vivir en Nueva York, ni tener todo el dinero que se pueda comprar, para ser feliz. Que esa felicidad se encuentra en los pequeños momentos, en lo grande del día a día. Esas cosas que no están al alcance de ninguna Visa Oro. Una vez me preguntaron si daría mi vida por él. Realmente no supe qué decir, no estaba segura. ¿Sabes? Si hoy me replantearan la pregunta, si se refirieran a ti, no dudaría un segundo. Contigo no hay lugar a dudas, te quiero, siempre lo he hecho. & ese te quiero me sale de dentro. No tengo esa vocecita en la cabeza cuestionándome: "¿Lo sientes de verdad o es solo por decir?" Me has dado risas, & millones de llantos, mil veces me he quedado con ganas de abrazarte, de besarte. & pueden decir lo que quieran, que es mejor no hacer planes de futuro, que mejor no tomar decisiones precipitadas a estas edades, pero yo por ti, lo dejaba todo. Por tener esa sonrisa a la que me agarro cuando todo va mal, la que me sé de memoria, a cinco centímetro a todas horas. Por saber cómo de despeinado tienes el pelo cuando te levantas de la cama. Por tener la certeza de que habrá tiempos mejores & peores. Por llamarnos nosotros. Porque estés conmigo... siempre.