martes, 3 de enero de 2012

#. Que conste que solo me enamoro para que mi niña interior tenga mariposas con las que jugar.

Qué oscuro tienes el pelo, nubla todas las estrellas. Verdad verdadera. A tu lado todos los modelos, todos los actores de cine, todos los cantantes de moda son algo insignficantes. Que sí, que fijándose, cualquier observador objetivo diría que son mucho más guapos que tú. Pero, ¿sabes qué? Se pueden meter sus opiniones por donde les quepa. Que yo no quiero unos ojazos azules, yo; quiero que tus ojos, esos cuyo movimiento he memorizado, me sigan por la calle más loca de la ciudad. Que yo no quiero un tío con una sonrisa perfecta, quiero que sea tu risa, que sean tus labios que me sé como si se tratasen de estos juegos de encajar las formas para niños pequeños, la que provoque a todas horas que me brillen los ojos. Que yo no quiero otro olor, otra piel; quiero ese aroma que creo sentir en todos lados & ese mapa mudo en el que sería capaz de colocar todos tus lunares. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada & se muerde el labio inferior. Sí, & también sé cómo se balancean sus brazos suavemente al sentarse en una silla, llevo la cuenta de los segundos que pasan hasta que dice algo importante. Sé la mirada que tiene cuando te está escuchando, & en serio que eso no se puede escribir en un poema. & aunque no sirva de nada, sé las palabras exactas que le diré el día que decida que ya está bien de callar, de decir un "anda, vete", cuando en realidad me muero por pedirle que no se vaya nunca.