sábado, 4 de junio de 2011

#. El cielo tras tus ojos...

Mierda. Tu mirada puso otra vez en marcha mi cabeza, que había dejado de pensar en ti por completo. Había aparcado tu imagen con carita de bueno & sonrisa de malo viniendo hacia mí. Habia castigado en un rincón el sonido de tu voz, tu número de teléfono & la maldita manera que tienes de sonreírme. Había escondido debajo de la cama cada mote, cada tema de conversación, cad vez que había querido decir que me había enamorado de ti. Había metido en el fondo de un cajón los recuerdos de los que me avergonzaba por haber sido tan estúpida, al pensar que me querías. Pero no sirve de nada & tú mismo te encargaste de demostrarlo. Que no importa lo feliz que me pueda sentir a su lado, siempre acabo creyendo que me va a mirar como lo hacías tú, que me va a abrazar de la misma manera, que el brillo en sus ojos sería el mismo. Entonces, con un ramalazo de dolor me doy cuenta de que no, de que hay muchos ojos oscuros, pero esa mirada es inigualable, que sólo en tus brazos me siento segura & que esa chispa no es la misma. & que me está matando pensar que, justo ahora, ella está ahí contigo, que te estará haciendo feliz. & no, no, no lo entiendo. No entiendo por qué tienes que llegar una & otra vez en el momento preciso a partirme los esquemas, por qué no puedes dejar que siga con mi vida, por qué has tenido que hablarme en el momento más oportuno e inoportuno al mismo tiempo, cuando ya estaba decidida a pulsar el botón de "off" de tu canal en mi cabeza. No sé si lo que quieres es recuperarme aunque sea como amiga o simplemente querías volver a sentir lo que era jugar con tu capricho.