lunes, 13 de junio de 2011

#. En el tunel del espanto todo se hace largo. ¿Cuándo se iluminará?

Odio cuando estás que ni tú te aguantas a ti mismo. No soporto ser la persona que más interés tiene en que sonrías & la única a la que le cuesta horrores conseguirlo. Odio tener que bucear en mi cabeza para recordar perfectamente cómo suena tu risa, porque hace tiempo que no dejas que se escuche en vivo & en directo. No soporto esta jodida sensación de saber que puedo ayudarte, que puedo darte muchísimos menos dolores de cabeza que ella & que tú ni siquiera te des cuenta. Odio leer en tu cara un: "en estos momentos estaría mejor sin ti". No soporto recordar que es ella lo que sigues queriendo, lo que te completa sin que sepas explicar por qué. Odio cuando me dices que soy tonta & por tu tono de voz puedo pensar que es más un insulto que que lo digas con cariño. No soporto tener la sensación de no ser lo que buscas, que te interesa alguien con los pies más en la tierra. Odio cuando después de haber discutido contigo vienes & pones esa cara con la que sabes que puedes conseguir lo que quisieras. No soporto el esfuerzo que tengo que hacer para que no se me escape una sonrisa que te demuestre que todo está bien, que no puedo enfadarme contigo. Odio cuando me cuentas lo genial que te va con ella, lo que hicísteis el último sábado. No soporto pensar que nada de lo anterior, a la hora de la verdad, me influye en absoluto, que cuando sonríes después de días sin hacerlo, aunque me hayas gritado antes todo lo que quisiste & más, yo no puedo evitar alegrarme por ti, por mí, porque mi sonrisa juegue a las palabras encadenadas con la tuya. Que por mucho que odio ess cosas & no soporte cómo me afectan en el momento, a fin de cuentas sabes que con una maldita palabra toda la armadura compuesta en torno a tus malos modos se rompe, hace aguas. Que quizás algún día me canse de tus manías, de tus contradicciones. Pero hasta entonces, me ganas por la mano (& por tu mirada, por tu boca & tus lunares) :)