miércoles, 21 de diciembre de 2011

#. & es que la mejor forma de que no te rompan el corazón es fingir que no tienes.

Fue todo tan rápido, me enamoré de ti en días, fue como firmar un contrato en el que no leí la letra pequeña que mencionaba la hostia que me iba a pegar. Me engañaste como si fuera una niñata ingenua. Pero al final me di cuenta que lo raro no era lo de los demás, de que a la gente si se la puede amar todo el tiempo, & no solo a ratos. Al final me di cuenta de que tú eres un arma blanca, mucho más dañina que ninguna de metal. Pero se acabó, esta vez de verdad. No me volveré a dejar engañar por alguien que ni siquiera entiende lo que es amar.