jueves, 22 de diciembre de 2011

#. Jamás esperes mucho de los que prometen demasiado, es mejor estar sorprendido que decepcionado.

Abro los ojos. Veo, sí, pero no observo. Inspiro. Percibo un olor, sí, pero no sabría concretar cuál es. Deslizo mi mano manta abajo. Sé de su presencia, sí, pero no alcanzaría a definir con exactitud su tacto. Pruebo el último trozo de tarta. Noto el camino que sigue hacia mi estómago, sí, pero no capto sabor alguno. Intento apreciar algun sonido. Oigo, sí, pero no escucho. Alguien dijo alguna vez: "Pienso, luego existo". Yo lo modifico a: "Siento, luego existo". Yo no siento, por tanto, no existo. Dicen que se supera. A mí en realidad me basta con superar un día entero sin derrumbarme. Dicen que en estos momentos es cuando te das cuenta de la importancia que del apoyo de tus amigos. ¡A mí de qué me sirven, si no estás conmigo para disfrutar de ellos! Dicen que la vida sigue. A mí, sinceramente, no me convencen. ¡Cómo voy a seguir con mi vida si mi vida eras TÚ! ¡Cómo voy a seguir con mi vida si cada imagen, cada canción, cada recuerdo me llevan a ti...!