lunes, 26 de diciembre de 2011

#. No intentes jugar con los sentimientos de las personas, nunca sabes si saben jugar mejor que tú.

& cuando debería estar contenta por como me sacas trillones de sonrisas, por cómo consigues que me olvide de que esta vida es una mierda, por cómo haces que me sienta la chica más guapa en kilómetros a la redonda; no puedo evitar ponerme triste. Qué no daría yo por tenerte cerca siempre, porque la distancia no existiera. Contigo la felicidad se convierte en el aire que respiro, pero no sé cuándo volveré a sentirme otra vez así de bien. Por eso odio el invierno. Odio el frío. Aunque te pida con la mirada que me dejes tu chaqueta; no es porque me esté helando. Sí, vale, lo confesaré: lo hago para que se quede tu olor en mi jersey; con el que seguramente dormiré las noches siguientes para creer que estás a mi lado. Odio el frío, pero por lo que conlleva: distancia. Algo que significa que no podrás venir a verme, que no podré pedirte un beso, que no me podrás abrazar mil veces ni te oiré decirme que me adoras. El frío hace que tenga que abrir los ojos a nuestra frágil & difícil realidad.